CRÓNICA AL ANDALUS 2012

AUDAX AL ANDALUS RUTA DE LA PLATA MADRID-SEVILLA 600K
Dedicada a Jon Iriberri, Iñaki y todo el equipo de CUSTOM4       

(By José Mª Campos)

O lo que es lo mismo: ¡¡DISFRUTAR, DISFRUTAR Y DISFRUTAR!!

Antecedentes: Cuando diseñé esta aventura en la que tenía puesta mucha ilusión y ganas, reconozco que para esta primera edición sería muy complicado encontrar acompañantes, con lo que, en cierta medida me había resignado a realizarla solo o no realizarla hasta el año que viene.

ALANDALUS2012Pero uno siempre confía en que se produzca el milagro y……..este se presentó

Recibo una llamada de mi buen amigo Miguel Cored de Huesca, organizador de nuestra Randonnee Permanente JACA BARCELONA, que tan buena aceptación tuvo el año pasado. Me comenta que le gustaría mucho realizar AUDAX AL ANDALUS porque el recorrido le parecía muy atractivo y además quería compartir mi ilusión. Para ello ya había convencido también a Anselmo Mur, otro fajador aragonés curtido en mil batallas.

Era obligado cambiar el chip, ahora tenía dos compromisos muy fáciles de sobrellevar: Satisfacer mi ilusión personal y, además, compartirla con estos dos excelentes compañeros de fatigas ¡¡YA NO HABIA EXCUSAS PARA NO HACERLA!! (Aunque tronara).

Enfrascado en la infraestructura de la prueba, pues no hay que olvidar que la misma es de ida solamente y que finaliza en Sevilla, tenía que programar nuestro avituallamiento en ruta y el regreso a Madrid.

En estas recibo una llamada de Mario (Valdepeñas), otro enamorado de este tipo de cicloturismo y ansioso de compartir también nuestras ilusiones y experiencia. Me comenta que
le gustaría acompañarnos y que, además, puede aportar ayuda en la infraestructura.

Ya está todo coordinado y resuelto: Miguel y Anselmo descansarían en mi casa en Boadilla del Monte la tarde noche del viernes día 11. Mario y su mujer nos acompañarían en el desayuno en la mañana del sábado día 12. La mujer de Mario cogería el coche de Miguel, apto para transporte de bicicletas y personal, y nos iría a buscar a Sevilla la tarde del domingo día 13 para, haciendo escala en Valdepeñas con cena y descanso del personal en su casa, trasladarnos a Madrid el lunes día 13 para que los aragoneses prosiguieran camino a Huesca.

DESARROLLO Y PLANTEAMIENTO:

Dadas las previsibles condiciones meteorológicas, teníamos la ocasión de realizarla del “tirón”, por cuanto: La marcheta sería a ritmo Audax, con velocidades medias circulando a 22,5 km/h, descansos cada 40/50 kms de 15’ y comida y cena con descansos de 1h 30’. El resto lo puso la climatología diurna y nocturna y, por supuesto, la experiencia de todos los intervinientes para incluir en nuestro “equipaje” solamente aquello que fuera imprescindible…que no era mucho.

Serían la 6 a.m. del día 12 de mayo de 2012 cuando iniciamos la marcha. La temperatura ideal.

Tras atravesar Brunete, Sevilla La Nueva y Mentrida, nos presentamos en Torrijos donde desayunamos apropiadamente.

El calor ya empezaba a notarse en el ambiente y fue en Calera y Chozas, tras atravesar Talavera de La Reina (Como ha crecido esta ciudad) km 156, donde paramos a comer. Llegamos con un poco de adelanto y las sensaciones eran muy…, muy buenas.

Fue a partir de aquí donde la cosa ya se puso un poco más seria: Excesivo calor (35º). Llegada a Puente del Arzobispo y desvio a Guadalupe por la ruta de Carrascalejo y Navatrasierra, tramo de 80 kms atravesando, creo que se denomina,  la sierra de Altamira, con preciosos parajes y bastante durilla para ciclar por ella.

Serian las 16h, terreno y temperaturas pegajosos (unos 40º y picando hacia arriba), vegetación exuberante a pie de montaña y dos puertacos de padre y muy señor mío. Antes de iniciar el ascenso del primero de ellos ya íbamos literalmente “quemados”. Pseudoducha con manguera en Villar del Pedroso, refrigerio y a iniciar el ascenso del primer coloso: Faltaba el aire, al cuerpo no le daba tiempo a refrigerarse mínimamente y el agua se consumía ávidamente.

En la bajada llegamos a Navatrasierra, serían las 17/18h y la sensación térmica se mantenía o incluso aumentaba.

El paraje era idílico y tuvimos tiempo de degustar con un paisano que nos explicó a grandes rasgos la agonía que nos esperaba: Nos señaló un piquito arribita, arribita de la montaña más alta, eso si toda plagada de vegetación y belleza y nos comentó que por allí teníamos que cruzar la montaña a través de 15 kms…. ¡tela!, que la carretera se estrecharía y se haría más peligrosa. Las miradas que nos cruzamos unos y otros obviaron cualquier comentario sobre el castigo al que íbamos a someter a nuestros cuerpos. Pero…bueno ¡en peores plazas habíamos “toreao”!

Manos a la obra y cada uno a su ritmo fuimos disfrutando, mientras hacíamos camino, del entorno que la naturaleza ofrecía a nuestra vista: Maravilloso !lástima de bochornazo!

Las moscas, además, hicieron acto de presencia y ávidas de sed y dulzor, percibieron un manjar en nuestros sudorosos cuerpos y productos azucarados faltándonos manos para espantarlas…pero, al fin se corona y tras una larguísima bajada, no exenta de cierto peligro, alcanzamos la carretera general  que nos conduciría a Guadalupe, no sin antes tener que sobrepasar otra “tachuelilla”.

A Guadalupe km 280 llegamos con una hora y pico de adelanto (19h 30’) y con el cuerpo algo castigado, también más de lo previsto. En un restaurante cercano al Monasterio (precioso) degustamos tranquilamente una paellita, birras fresquitas sin alcohol y unos helados ¡Que rico todo!

Como de hora íbamos muy bien, acordamos realizar el siguiente tramos relajadamente para recuperar el organismo de los esfuerzos anteriores y poder afrontar la noche circulando con garantías.

La sensación de frescor iba en aumento y los organismos se estaban recuperando poco a poco

En estas, llegamos al km 380 Don Benito, serian las 2 a.m. y nos planteamos echar una cabezadita bajo las estrellas, al puro raso y sobre el asfalto, al amparo de unas grúas situadas en el lugar. Me recordó aquellos veranos en la era, siendo yo muy niño, y me quedaba con mi padre y hermanos a cuidar la mies de la trilla. Este sueño reparador nos retrasó unas dos horas con lo que recuperamos el horario que teníamos establecido.

Llegamos a Mérida al amanecer y, ya enfilada la Ruta de la Plata, a cuatro kilometros desayuno  reparador para enfrentarnos a los últimos 200 kms.

En este último tramo no tendríamos problemas de abastecimiento debido a la ingente cantidad de poblaciones por las que atraviesas. Parajes repletos de olivos y viñas, salpicados con algún que otro panel solar.

Muchísimo calor que nos obligaba a realizar paradas cada 40/50 kms. Decidimos ir comiendo en estas pequeñas paradas poco a poco para ir ganando tiempo a la canícula de las horas centrales del día y pegarnos un buen descanso y refrigerio cuando el terreno fuera favorable y que el aparato digestivo no nos jugara una mala pasada. Y todo ello pasaba por coronar la cuesta de la Media Fanega (5/6kms 7/8%). Aquí tuvimos suerte porque en la serranía del Ronquillo y Panejosas se preparó una tormenta, por otra parte deseada por todos nosotros y que, precisamente, en la citada subida, la incipiente descarga de agua, alivió sobremanera nuestro esfuerzo. Ya en la cima y convenientemente resguardados descargó a conciencia.

Desde el alto y a lo lejos se divisaba Sevilla, esperándonos, completamente despejada y muchísimo calor, donde nos recibió Antonia, mujer de Mario sobre las 17h 30’. Total unas 36 horas de ilusiones realizadas y compartidas ¿Pero no era lo que nos habíamos propuesto?…¡¡PUES CLARO QUE SI!!

Dar las gracias a estos excelentes compañeros, a la familia de Mario que nos acogió y ayudó y a la mía propia por habernos permitido compartir estos momentos tan reconfortantes, que espero podamos repetir en el futuro.

¡¡¡GRACIAS!!!

Sin comentarios

Deja un comentario

Pin It on Pinterest

Share This