
28 Jul Crónica SR Luai Grediana (David Campos)
Se acercaba el reto principal de la temporada, el cual, en un principio, no estaba previsto, pero dado lo bien que fue el Audax Xacobeo y la Luchon-Bayonne, decidí aprovechar los entrenamientos desarrollados para intentar la SR LUAI GREDIANA 2014, un mastodonte de brevet.
La idea inicial era tomar la salida: Susana, Andrés, Benayas, Jose Mª (mi padre) y yo, pero un par de días antes mi padre me comentó que no la haría este año, ya que lleva muchas brevets importantes este esta temporada y eso ya pesa en las piernas y el “coco”.
El viernes, 25.07.2014, a las 18:00 nos pusimos en marcha, se notaban muchos nervios por la dureza que se nos presentaba durante muchas horas.
El ritmo inicialmente algo rápido para lo que yo creo que debíamos de llevar, es mejor ir muyyyyy tranquilos.
El 1º Control está muy cerca, en Brunete, foto y a seguir, pasando la subida de Navalagamella el terreno es cómodo, pero invita a darle cera y eso es un error.
No hay mucha conversación en el grupo, lo cual creo que se debía a la incertidumbre de lo que nos iríamos encontrando y las sensaciones de cada uno.
Pasamos Aldea del Fresno y nueva subida, a ritmo cómodo, usando ya el piñón 29 y reservando, creo que ya vamos siendo conscientes de que es mejor perder tiempo en las subidas.
La noche se va dejando ver y aprovechamos el primer pinchazo de la jornada (Susana) para encender luces. Sin darnos cuenta ya estamos en Rozas de Puerto Real, donde haríamos un buen descanso para cenar y prepararnos para la larga noche que se nos presentaba.
Nos ponemos en marcha pero… segundo pinchazo de la jornada (Andrés), se repara sin problema, da gusto ver a este hombre arreglar un pinchazo, sin desmontables ni “na”, alucinado me quedé jejejejeje.
Rumbo a Navamorcuende, tercer pinchazo de la noche (David), vaya racha que llevamos. Me pongo mi música cañera para motivarme.
Terreno sinuoso y el Puerto del Piélago, para ser la primera subida, se me hizo muy larga y pesada, buffffff esto no me gustaba con todo lo que quedaba por delante.
Pasamos Navamorcuende y el siguiente objetivo Talavera de la Reina, ahora terreno más favorable, nos presentamos pronto allí, serían las 02:30 cuando llegamos al punto donde debemos de hacer la foto y Benayas nos deja sorprendidos, nos indica que no se encuentra bien y que ha decidió quedarse allí y poner punto y final a su Grediana, nos quedamos un poco de bajón ya que yo por lo menos no me lo esperaba, pero bueno, en estas gestas cada uno tiene sus propias sensaciones y sabe cuando es mejor acabar.
Ahora éramos tres, comimos algo y enfilamos por la nacional hacia Ramacastañas, yo iba acojonado porque mis existencias de agua eran muy escasas y no veía nada para reponer.
Parecía que el sueño comenzaba a hacer de las suyas, silencio y pedaleo hasta que veo una máquina de bebidas y podemos sacar algo para refrescarnos, menos mal.
Largas rectas hacen que este tramo sea monótono y pesado, voy calculando que poco nos debe de quedar para Ramacastañas, de repente escucho a Andrés que me llama desde atrás, vaya, cuarto pinchazo (Susana), vemos que se nos acerca un coche y va frenando, muy amablemente nos pregunta si pasa algo, da gusto encontrar gente así.
Seguimos y ya estamos en el cruce que nos llevaría al Puerto del Pico, aquí comento a mis compañeros de ruta, que comenzamos la Grediana, hasta ahora era un calentamiento.
El primer tramo son toboganes que se llevan bien, hasta que se llega a Mombeltran, punto donde se puede decir que comienza el puerto, serían las 05:00 (que olorcito a pan llegaba de una panadería) y vemos una fuente en el pueblo, por lo que hacemos una parada en condiciones, hasta ahora no habíamos parado mucho y eso no nos va bien.
Tras descansar, seguimos a ritmo muy tranquilo, juntos y sintiendo como la noche se quiere quitar de nuestro camino.
Es una subida larga y pesada, tengo la sensación de que Susana va pasando un mal ratillo y yo llevo las rodillas con pinchazos, cosa que no me gusta nada.
Le voy comentando a Andrés que ya nos queda poco, algunas curvas y lo tendríamos superado, más o menos sobre las 07:00 conseguimos coronar los tres, paramos en la fuente y ahora si se notaba fresco, por no decir frio, unos 5 grados me dice Andrés. Y llegó la segunda sorpresa, mis compañeros me comentan que Susana no se encuentra con buenas sensaciones y se están pensando irse directamente al hotel en El Barraco, que lástima, pero vuelvo a decir que es totalmente comprensible, son sensaciones y situaciones en las que uno sabe cuando tiene que tomar esa dura decisión.
Me preguntaron que hacia yo, ya que lógicamente les daba apuro dejarme solo, pero de momento mi intención era seguir, aunque si continuan esos dolores de rodillas no sé yo el resultado final.
Bajamos juntos hasta el cruce y allí nos separamos, a los 5 minutos, me entró un escalofrío por el cuerpo que me hizo parar y bajarme de la bici para analizar la situación que se me presentaba por delante, si quería intentar acabar tenía que cambiar el chip y poner en orden las ideas: comí tranquilamente unos bollos que llevaba, bebí en condiciones, me tomé un antinflamatorio para las rodillas, descansé y me planifiqué el siguiente tramo. La intención principal era avanzar evitando los dolores, por lo que había que subir muy muy despacito. Así conseguir llegar hasta Hoyos de Miguel Muñoz, con unos repechos duros. Foto y vuelta al cruce, las sensaciones comenzaban a ser buenas, los dolores iban remitiendo y el espíritu aventurero de estar solo, me estaba dando unas energía que no me esperaba, yo allí en la soledad y con “tropocientos” kilómetros por delante.
Avisé a Adela que me había quedado solo y casi le da un infarto jajajajajaja, ella junto con Bea y Manuel venían a nuestro encuentro en Serranillos para acompañarnos un tramo de la ruta y rodar con nosotros.
Tenía la idea de desayunar en Venta del Arzobispo, pero cerrado, lo mismo me pasó en Hoyocasero y en Navalosa, así es que a usar de nuevo la cabeza, parada en la carretera, descanso y a comer de lo que llevaba encima, tenía que llegar a Serranillos donde seguro ya habría algo abierto.
Las rodillas iban mejor, las bajadas totalmente me las tomaba de descanso, sin dar pedales y eso se notaba para recuperar, llegué al cruce que sube a Navarrevisca y madre que rampa, me destrozó pero ya en breve en Serranillos, donde me tomé un merecido descanso, desayuno y al poco ya vi llegar a mi Adelilla con Bea y Manuel. Allí les conté lo sucedido y nos pusimos en marcha para subir el Puerto de Serranillos.
La subida fue lenta pero amena, Bea y Manuel nos iban contando sus experiencias en el 1.000km de Pueblo Nuevo.
No es un puerto largo y se sube bien, llegamos a la cima y a bajar, bufffffff que momentos de sueño pasaba en la bajada, tenía que ir cambiando de postura todo el rato para no caer en la monotonía. Cruce y ahora la subida al Puerto de Pedro Bernardo, cortita pero aquí todo suma.
La cosa iba bien pero me agobiaba mucho pensar en lo que me quedaba (Puerto de Mijares, Puerto de Navalmoral y Puerto de la Paramera), Adela se percató de ello y me tranquilizó diciéndome: tú tranquilo, de momento llega a Burgohondo y luego ya veremos que pasa.
El calor era muy muy agresivo, abrasador y había que subir con mucha calma, es un puerto muy largo y si no se regula, a buen seguro que luego se paga. Mis compañeros de tramo me iban dando conversación pero yo iba metido en mi calvario, antes del pueblo de Mijares sabíamos que hay una fuente y me dijeron: venga que ahora paramos y te refrescas. Les dije ¿Qué me refresco?, voy directo al pilón jajajajajajaja.
Una buena parada para reponer fuerzas y calmar el insoportable calor, pero había que seguir que todavía quedaban kilómetros de puerto, yo solo pensaba en conseguir llegar a Burgohondo para hacer un paréntesis y plantear lo que quedaba.
Por fin entramos en la última recta del puerto, Bea y Adela no paran de darme ánimos y por fin, estamos arriba. BIENNNNNNNNNN, ese chico como mola se merece una ola, yuuuuuuu, cantaba Bea jajajajajajaja.
Nos dejamos caer y de nuevo la pesadez de sueño me está azotando, me da miedo dormirme bajando, pero se supera cambiando de postura todo el rato. Pequeña subida y ya vemos Burgohondo, serían las 16:00 horas.
Nos apretamos una buena paella, aunque el sitio es típico de cocido, el clima no animaba a ello. Al rato llegó mi padre, para darme sus buenos consejos de cómo afrontar lo que quedaba hasta El Barraco, me animaba diciendo que iba COJONUDO de tiempo.
A punto de salir, yo no sé qué cálculos habría hecho que pensaba que eran las 18:15 cuando me iba de allí y que llegaría a El Barraco sobre las 22:00, cuando Manuel me dice, que no David, que ahora son las 17:15, JODERRRRRRR que subidón me dio, le dije: en serio??
Cargué los bidones con agua y hielo, me despedí de la agradable compañía y a seguir.
Ya comienza picando hacía arriba y entre el calor y la digestión no paraba de beber. Al rato ya se ve el Puerto de Navalmoral, nunca lo he subido por lo que decido no gastar nada de fuerza innecesaria, voy con tiempo de sobra para descansar. Parece que se corona pero NO, sigue subiendo otros dos o tres kilómetros más. El calor es asfixiante, pero lo voy aguantando. Llego arriba, foto y a recuperar en la bajada.
Nada más entrar en Ávila, giro a derechas para enfilar el último puerto de la jornada, la verdad es que bien de sensaciones, moviendo las piernas y sin dolores de rodillas. Miro el reloj y la cosa va bien de tiempo, creo que llego antes de lo que tenía previsto.
El Puerto de la Paramera si lo he subido varias veces este año y algún tramo me daba respeto, pero hay motivación, al “tran tran”, pasando metros, un poco de aire en contra, ya no pega tanto calor como hace un par de horas, esto está conseguido joder, pensaba para mi. Y así fue, coroné y ya no había que dar ni una sola pedalada hasta el hotel.
Eran las 20:15 cuando llegue al Hostal El Chato, allí estaba mi padre, me felicitó por el tiempo que llevaba.
También estaba David, el dueño, un tío COJONUDO que se volcó en atenderme y ofréceme todo lo que estaba en su mano para que me sintiera como en casa.
Comer algo sólido, hidratarse, preparar lo de mañana y a dormir hasta las 03:30 a.m. Un lujo de tiempo de descanso que ni de coña esperaba que iba a poder disfrutar.
Suena el despertador, algo de desayuno, cremas, antinflamatorio, ropa limpia y al lio. A las 04:00 ya en marcha, cruzándome con los del pueblo que andaban de fiestas.
El descanso se notaba y tenía ganas y energía para la nueva jornada, además me encanta rodar de noche y en solitario era algo nuevo y precioso.
La temperatura ideal para ir de corto y sin nada de abrigo, nueva foto y rumbo a Cebreros. Tramo largo hasta que se llega y que va picando hacia arriba, sigue siendo de noche cuando paso Cebreros y comienzo a subir el Puerto de Arrebatacapas, lo conozco a la perfección y veo que puedo usar piñones mas pequeños que el 29, joer la cosa pinta bien. Peor no me fio y sigo regulando.
Llego al cartel del puerto, pero se que aquí no acaba, una bajada corta y varios toboganes todavía me quedan.
Algo de claridad se comenzaba a dejar ver, otro amanecer encima de la bici, que placer y sensación de libertad tenía en ese momento.
Ahora sí, de nuevo bajada hacía San Bartolome de Pinares, cuidado en las curvas y recuperando. Una parada en el pueblo para comenzar el siguiente, Puerto del Boquerón, otro que conozco mucho de este año. Ritmo tranquilo, de nuevo el piñón 29 para reservar y no cargar mas de lo debido. Otro para la buchaca, esto no pinta mal, empiezo a creerme que la Grediana se puede completar, hasta ahora tenía mis dudas.
De nuevo larga bajada hacía Ávila, hasta me atrevo a meter plato y comenzar a moverlo, buenooooooo!!!!!
Llego a Ávila, en todo este tramo nada abierto para poder tomar algo con un café, así es que toca seguir rumbo Navas del Marqués, este tramo ya con pleno amanecer en marcha, se hizo algo pesado, hay un mini puerto, Puerto de La Pila, (todo cuenta), que no me esperaba.
La idea era parar en gasolinera de La Cañada, seguro que allí se podía comer algo. Y por fin, bocata de tortilla, bebidas, coffe, a recuperar y planificar el nuevo tramo que era también nuevo para mí y me habían dicho que traía alguna rampa dura.
Puesta en marcha y las piernas responden de maravilla, el pulso sube sin fatigarme, vamos que el descanso estaba asimilando el palizón y ahora muy buenas sensaciones.
Llego a las Navas del Marques, desvío y terreno desconocido, una empinada bajada, me voy cruzando con varios ciclistas que están entrenando.
Comienzo una subida que no parece dura, pero según avanza la cosa cambia y me encuentro yo creo que con las pendientes mas duras de toda la Grediana, joder que pasada. Consigo pasarlo y veo el cartel donde tengo que hacer foto, aunque la subida sigue, pero por suerte ya no es dura.
Un descanso y rumbo a Santa Mª de la Alameda, para después empezar a subir hacia Robledondo, no me lo creía pero me encontraba con ganas de subir, algo raro pero cierto. Me iba acordando como hace unos meses me “pique” con un ciclista por allí, jajajajaja pero ahora no me picaría ni con un caracol, reservar reservar y reservar.
Tras la foto a la entrada de Robledondo, coroné y me paré arriba para contemplar las vistas, la de veces que he estado allí sin tantos kilómetros en las piernas.
Bajada hasta el Rio Cofio y ahora tramo pestoso y molesto por las motos que circulan por allí a demasiados kilómetros por hora, haciendo ruido, ¿Dónde está la Guradia Civil? “váyanse Vds. a un circuito leche”.
El calor era cañero y el perfil en ligero ascenso, hasta el cruce que me llevaría a Valdemaqueda, laaaaaarga bajada y dar descanso a las piernas.
Se pasa Valdemaqueda con la idea de hacer un descanso en Robledo de Chavela, tramo pestosillo por el calor, pero ya veo las primeras casas de Robledo, en nada podría estar tomando algo fresco.
Me paro en la gasolinera y no hay ni un hueco por la de motoso que andan por allí, botellita de acuarius, algo de comida, pies descalzos y a descansar un poco, que ahora toca una subida “joia”.
Me pongo en marcha, hay ganas de ir rematando la faena jejejejejeje, tras subir la cuesta de la fuente, como la solemos llamar, me dejo caer hasta Fresnedillas, pero las piernas me van pidiendo avanzar en las bajadas y dar pedales, estaría haciendo lo correcto? No lo se, pero juego en casa, es “territorio comanche” y eso se nota.
El siguiente punto de control estaba en Peralejo, un par de repechos por delante, pero ya el 29 pasó a la historia, las piernas pedían guerra jajajajaja.
Tras la foto, enfilé hacia la carretera de El Escorial y aproveché para llamar a Adela y decirle que la cosa iba de PM y que sobre las 15:30 podría estar por allí, si todo iba como hasta ahora.
Pongo plato y pim pam pim pam, aire a favor, que maravilla, se pasa Valdemorillo y ya solo me queda la subida de Majadahonda, no me lo creo, después de tantas horas, tanto calor y tantos kilómetros, la Grediana está casi superada.
El bochorno es impresionante, noto que el cuerpo se me cuece, bufffffff vamos vamos un poco mas.
Entro en la urbanización, una cuesta, un giro y por fin la rotonda del ultimo control.
Allí veo a mi padre que me mete un abrazo que casi me rompe jajajajajajaj, hasta le noto algo emocionado, al igual que yo, hago la foto y tiro hacia el centro comercial, donde estaba Adelilla, gritando y esperando con unas bebidas fresquitas.
No tengo palabras para describir lo que sentía en ese momento: sufrimiento, superación, templanza, control, emoción, ……
Una experiencia INCREIBLE, tanto por lo que es la GREDIANA como por las circunstancias que han surgido, rodar solo ha sido un aprendizaje.
Quiero agradecer los apoyos y felicitaciones recibidos de los compañeros Randonneur, así como la visita de Bea y Manuel, la paciencia y ánimos de mi Adelilla, y como no, dar las gracias a mi padre, mentor y ante todo AMIGO Y COMPAÑERO de brevet, quien ha sabido trasladarme a la perfección como se debe de afrontar una brevet así.
Se acabó una temporada de 10, he disfrutado como nunca, con gente impresionante, consiguiendo objetivos y viendo los resultados de meses y meses de entreno. Ahora toca descansar cuerpo y mente, que no todo en esta vida es dar pedales.
Hasta pronto y recordar que ESTO ES PASION POR LA LARGA DISTANCIA!!!
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