Mi experiencia en la nueva Burdeos – Madrid

(By José María Campos)
12 de Junio de 2015

1La experiencia fue agradable, no deseada en los términos en que se desarrolló para mí y previsible en lo acontecido.

Digo que fue agradable, porque en esta Nueva BM2015 el organizador, José María Benayas, hizo un planteamiento muy original y que a mí personalmente me resultó enriquecedor y reconfortante. Nunca, antes de un evento de tal envergadura, había sentido tanta tranquilidad.

Resulta que la ciudad de Yepes (Toledo), está hermandad con la ciudad de Sainte Eulalie (Burdeos) y esta, a su vez, con una ciudad alemana.

El hermanamiento se traduce en que ambas ciudades se intercambian y acogen, entre sí familias, cultura, amistad y conocimientos. Y todo ello en un ambiente literal de HERMANDAD.

De aquí le surgió la idea a nuestro querido amigo de darle un enfoque fraternal también a este evento, uniendo ambas ciudades a través del deporte y concretamente de la BURDEOS MADRID 2015…..y sucesivas espero.

Varias familias nos acogieron a los participantes durante aquella tarde-noche de transición a la hora de salida de la prueba deportiva.

4Para mi fue una experiencia muy positiva y enriquecedora. Fui “adoptado” (acogido) por un matrimonio octogenario: Ochenta años Julia y 81 para Max. Ella española y él de procedencia alemana.

Vivian en una preciosa finca que inspiraba mucha tranquilidad……..realmente daba gusto estar allí.

3Su historia fue un compendio de casualidades provocadas por dos desastres de los años 30/40: La Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.

Se conocieron en Perpignan donde había sido invitado por unos familiares. El residía en Burdeos (donde se había trasladado desde Alemania).

Tras cinco largos años de noviazgo (durante el cual solo se relacionaban por carta), se casaron y en la actualidad su familia la componen tres hijos, cuatro nietos y tres biznietos. Derrochan felicidad y la transmiten a los que con ellos se relacionan.

Todo resultó ser muy agradable y acogedor y me ayudó a olvidarme por toda una tarde-noche de la “dichosa” bicicleta y de la aventura que en pocas horas iniciaríamos.

Como ya comenté al principio, la experiencia resultó también no deseada en los términos en que se desarrolló: Tuve que abandonar en los 100 kms primeros….¿por qué? pues era previsible que así sucediera por los acontecimientos previos deportivos que había venido experimentando.

2El cansancio y estrés acumulado me provocaban vértigos, los cuales me impedirán desarrollar ejercicio al 100% y que, en cierta medida, ponían en peligro mi salud.

Podía pasarme o no….pero si no intentaba no lo sabría. Me arriesgué y…….

No me arrepiento en absoluto porque de todo en esta vida hay que sacar experiencias positivas. Disfruté muchísimo como “aguador” del Grupo que llevaban Belén y Fernando.

5¡Vaya par de dos!……..buenas personas, sacrificadas y generosas ¡Chapeau!.

Me lo pasé con ellos de maravilla y desde aquí quiero darles las gracias por hacerme olvidar completamente mi desencuentro con la bicicleta.

La prueba en si se tornó un poco dura por las inclemencias meteorológicas, pero es lo que hay (Se cruzan los Pirineos y puede pasar de todo: Mucho calor o frio y agua. En este caso fue lo segundo).

Hasta donde yo sé (Llegamos al Control de Atienza a su hora de cierre 22’00horas), solo habían llegado dos participantes que continuaron hacia Madrid. Seis completaron el Brevet 600 en Atienza dentro del horario previsto y el resto, hasta completar los diecinueve que partimos:
fuera de control o abandono.

De los errores se aprende mucho y la próxima edición no tengo la menor duda que hará “época”

Saludos a todos

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