
15 Jun ¡POTENTE BREVET 600K DEL GDC PUEBLO NUEVO!
(by José Mª Campos)
Y lo digo bien por el viento que, además de poniente, era muy…, pero que muy potente
Serían las 5,45 a.m. del pasado sábado día 9 de Junio de 2012, cuando me personé en Algete para participar en el 600k del GDC Pueblo Nuevo y, aprovechando el estado de forma que aún mantengo, intentar pasar el fin de semana dando pedales acompañado de buena gente.
Allí me encontré a: Diego, Joaquín, Naranjo, Emilio, Luis, Guillermo, Víctor, Paredes y Berrio. No podía faltar Manuel. Que ¿Qué Manuel?, pues ese, el Arias, el que más sufre aunque parezca que va descansadito en el coche, una de las personas con más paciencia y entrega a los demás que conozco. Si, aquel que el año pasado consiguió acabar la PBP con un par de…..eso. En esta ocasión para no variar nos sirvió de coche de apoyo y…¡que apoyo!.
Emilio, Luis, Paredes y Berrio tenían previsto dormir en Quintanar de la Sierra km 353, donde habían reservado hotel.
Diego, Joaquín y Naranjo hacerla del tirón
Guillermo, Víctor y yo…pues a lo que saliera.
La mañana estaba fresquita y nos apetecía ropa de abrigo, pero, ya coronado el Gurugú, a disfrutar del sol y calorcito.
Se fue haciendo camino en grupo intentando buscar algún lugar para el cafetito y reponer fuerzas, pero no fue hasta Masegoso K116, donde pudimos hacerlo.
La previsión era la de comer en Almazan y con ese ánimo nos pusimos nuevamente en marcha. Todo iba según lo previsto hasta que en el tramo malo de Sigüenza a Emilio se le fastidió el cambio de la bici. Luis intentó hacer lo que pudo para que pudiera continuar aunque fuera a piñón fijo, pero dado lo que aún nos faltaba por hacer, con el corto desarrollo y el nulo compromiso oficial de la prueba, salvo el estar disfrutando con nosotros, le hicieron desistir y llamó a su mujer para que fuera a recogerle a Almazan.
Allí llegamos todos para comer k214 en el restaurante de siempre.
El siguiente objetivo era Garray k284 tras pasar a sellar en Gomara y fue pasado este control cuando nos encontramos un “anticipo” de lo que nos esperaba al día siguiente: Un viento frontal severo hasta tomar la desviación de Soria. Los tres bellos durmientes iban un poco adelantados formando un grupo y el resto formábamos otro grupo en donde Guillermo y Víctor, jóvenes ellos, se partieron el pecho por nosotros plantándole cara a ese viento faltón.
Reponemos fuerzas en Garray y los que formábamos el segundo grupo nos emplazamos a cenar en Vinuesa. El Grupo de la dormida salió después que nosotros, porque iban a llamar al hotel, y nos alcanzó cerca de Vinuesa, aprovechando y quedándose a cenar con nosotros. Fue en Garray donde surgió una anécdota digna de ser contada (Diego con tu permiso): Mi GPS marcaba la salida por la circunvalación de Garray, pero Diego recordaba que por el puente del rio salía una carretera directa a Vinuesa, así que le preguntó a un lugareño ¿Por favor nos puede indicar si por el puente (lo teníamos a 200 ms) sale una carretera directa a Vinuesa? Le contesta que sí, que en el centro del puente a la derecha sale la carretera. Diego no se queda tranquilo: Pero será al principio del puente. No, contesta el lugareño: a mitad del puente. Diego sigue sin quedarse tranquilo y cree haber oído mal, por lo que ingenuamente y pensando que el lugareño se está quedando con nosotros, insiste con toda su buena fe: bueno será al final del puente, se lo digo porque si vamos por el centro nos vamos a caer al agua. El lugareño le mira con cara más seria y le vuelve a insistir que por centro del puente y susurra…..No, si encima será del Madrid.
Con el buen sabor de boca que nos dejó esta anécdota y los chascarrillos sobre los candidatos a la dormida en Quintanar, porque no lo he comentado, pero ahora se estaban planteando no dormir tampoco, llegamos a Vinuesa k319 en un plis, plas.
La cena fue la releche, ¡que jarta de reír!, porque tela el tal Luis, al que no había tenido la oportunidad de tratar con anterioridad aunque si coincidí con él en alguna otra brevet. Y no os perdáis de vista al Berrio, el triatleta ¡Vaya par de dos!. Lógicamente alguien preguntó si habían hablado con el del hotel para decirle el cambio de planes. Es Luis el que contesta: Si, hemos hablado con él. Y ¿qué?, le preguntamos. Pues eso que no hay problema. Entonces ¿Vais a dormir o seguís?. Es Luis el que contesta: No, si lo que nos ha dicho es que él no tiene ningún problema, que el problema lo tenemos nosotros porque si no vamos no nos devuelve ni un duro de la reserva. Metida esta conversación en el tono distendido en que nos encontrábamos…os podéis imaginar.
Antes de Quintanar km 353, subimos al punto con mas altitud de la brevet, no sé si era
Salduero o Covaleda, nos adentramos por Palacios de la Sierra hasta bajar a San Leonardo de Yagüe. Como era de noche no pudimos apreciar la belleza del entorno, pero si los olores en efervescencia primaveral de la vegetación que nos envolvía por todos los lados y como la temperatura acompañaba…pues oye, casi como si lo estuviéramos viendo.
En San Leonardo, Naranjo tuvo que echar una cabezadita, así que hicimos una parada técnica antes de emprender el ascenso suave al Alto de la Galiana que nos conduciría en un descenso prolongado hasta El Burgo de Osma.
Otra cabezadita en Burgo de Osma km 413, metidos en dos portales: Ellos en uno, juntitos, juntitos y tapados con una sabana de estas de plata…vamos las que se utilizan en los accidentes (O sea para colocarles un chupete a cada uno y hacerles una foto) y yo me acomodé en otro rellano. Un poco antes del amanecer y en vista de que no había nada abierto para llevarnos un mísero cafetito a la boca, nos pusimos en marcha camino de Berlanga de Duero con la esperanza de encontrar allí algo de “rancho”, pero…..que si quieres arroz.
El viento ya se empezaba a notar, quizás en exceso, lo que nos hizo recordar el martirio del brevet 400k que días atrás habíamos pasado por la misma ruta.
Como fueron unos 170k de bastante sufrimiento y son momentos que no conviene mantener mucho tiempo en la retina para que se conviertan rápidamente en anécdota, os cuento a grandes rasgos:
Tramo hasta Atienza subidas, subidas y más subidas con un viento frontal de más de 40/50
km/h y calor. A esto hay que añadir que llevábamos desde la cena malnutriendonos y con los cuerpos hechos unos “zorros”. Es en Atienza donde reponemos fuerzas.
Hasta Jadraque, quitando los dos repechones finales, se lleva bien cuando no hace viento, pero en esta ocasión el viento fue el invitado sorpresa.
Desde Jadraque, como muchos ya lo conocéis no lo voy a describir, pero si a esto le añadimos el fortísimo viento y calor, mucho calor…pues el coctel perfecto.
Por fin llegamos a Algete sobre las 18 horas felices todos de haber acabado la prueba, aunque a los de la dormida aún les quedaba un buen trecho.
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